miércoles, 30 de octubre de 2013

El qué y el cómo (martes 29 de octubre del 2013)

¿Cuál es tu comida favorita? Los espaguetis.
¿Cómo te gustan? A la carbonara.

¿Qué coche conduces? Un Peugeot.
¿Cómo es el modelo? 407.

¿Cuál es tu bebida preferida? El café.
¿Cómo lo prefieres? Con leche.


Como se puede ver, todo tiene un qué (o cuál) y un cómo para ser descrito con precisión. Tal como ocurre con los platos de comida y los coches, los instrumentos musicales están divididos en tres grandes grupos: cuerda, viento y percusión. A su vez, estos tres grandes grupos se subdividen en grupos más pequeños, donde se especifica cada vez de manera más precisa los grupos.

Los grupos en los que se subdividen los instrumentos de cuerda son:
Frotada
  • Violín
  • Viola
  • Violonchelo
  • Contrabajo
Pulsada
  • Guitarra
  • Arpa
Percutida
  • Piano
  • Címbalo

Los grupos en los que se subdividen los instrumentos de viento son:
Madera
  • Flauta
  • Clarinete
  • Oboe
  • Fagot
Metal (conocido coloquialmente también como “T4”, ya que todos los instrumentos comienzan por “T”)
  • Trompeta
  • Trombón
  • Trompa
  • Tuba

Los grupos en los que se subdividen los instrumentos de percusión son:
- Afinados
  • Marimba
  • Xilófonos
  • Timbales
No afinados

También existen los instrumentos electrónicos, pero no pertenecen a la clásica clasificación de los instrumentos musicales. Esta familia se integró a principios de los años 20, junto a los instrumentos de cuerda, percusión y viento.


Sabiendo esto, ahora nos resulta más fácil clasificar los instrumentos:

  • El qué:     viento        cuerda         cuerda
  • El cómo:  metal       percutida       frotada

Ahora bien, conociendo la clasificación de los instrumentos, ahora es turno de dar introducción a la orquesta sinfónica. ¿Qué es, acaso, una orquesta sinfónica (también conocida como “orquesta filarmónica”)? Pues es una agrupación musical de un gran tamaño donde intervienen todas las familias de instrumentos musicales. En una orquesta sinfónica, normalmente hay poco más de ochenta músicos, aunque pueden existir casos donde haya más de cien. Pero eso depende de la pieza musical que se vaya a tocar.

La organización es sencilla: los instrumentos musicales se colocan en una especie de semicírculo. Los instrumentos de cuerda van en el centro, los de viento madera se sitúan detrás, a su vez los de viento metal se colocan detrás y los de percusión se encuentran al fondo. Tanto el piano como el arpa se encuentran a la izquierda de los violines. En el caso de que haya un coro, las personas se colocan detrás de los instrumentos musicales.

Una manera rápida de contar cuántos músicos hay en un concierto no es contarlos de uno en uno, sino contar los atriles. Cada atril está asignado a dos músicos. Es decir, en caso de que haya cuarenta atriles, ¿cuántos músicos habrá?
  1. 40
  2. 200
  3. 80
  4. 160
Y la respuesta correcta eeeeees… (redoble de tambores) ¡…la 3!

Cabe destacar que hay otra persona que destaca mucho en la orquesta sinfónica, además del director, y es el concertino. ¿Quién es ese misterioso sujeto y qué hace? Pues bien, ¡es hora de desenmascarar al misterioso sujeto!

El concertino es un solista de la selección de violines primeros, es decir, es la persona de mayor jerarquía después del director. Además, es una oposición de plaza prestigiada para quien toque el mejor violín entre los violines primeros. También es con quien habla con el director en caso de que los músicos quieran hablar con el director de un mismo tema (como por ejemplo si todos se quieren marchar unos 15 minutos antes, es el concertino quien se lo comunica al director, no cada uno de los músicos).

El concertino tiene tal importancia en una orquesta sinfónica que lleva cuerdas de repuesto en su traje (vamos, como si todo el mundo llevase cuerdas de acero o, en caso de ser un instrumento de muy alta calidad, cuerdas de tripa, es decir, intestinos de oveja) en caso de que, si una cuerda del violín se rompiera, pudiese cambiarla al instante. O también intercambiara su instrumento con otro músico perteneciente de los violines primeros porque el concertino es un elemento clave en una orquesta sinfónica.


Dato de curiosidad: todos los instrumentos de cuerda frotada tienen la misma forma, pero sólo varían en cuanto al tamaño. Cuanto más grande, más grave.

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